Mirando este bastión rocoso uno de siente diminuto y sobrecogido por tanta grandeza. Nunca pensé que escalaría estas paredes. Siempre había temido y mitificado el lugar por las típicas historias de montaña contadas junto a una hoguera.
La frase: «La pared para los super-hombres» me había dejado claro que no era para mi. Pero hoy después de haberme enfrentado a mis miedos y haber escalado dos rutas salvajes de esta pared, ya no me parece tan imposible.
Cuando la miras de lejos impone muchísimo. Después, según cambia la perspectiva y las luces del sol, se van revelando fisuras, diedros y chimeneas que recorren estos muros y dejan ver posibles lineas y caminos ya recorridos.
Me gusta Montrebei, me gusta la aventura que esconden sus paredes. Como dice Santi Llop «Sadomasoquismo extremo». Y también que «para ser un buen alpinista no hace falta estar muy fuerte, sino tener mucha capacidad de sufrimiento». Y eso he mejorando, curtiendome en la universidad de Montrebei.
Equipo Femenino de Alpinismo en Montrebei
Hemos tenido concentración con el equipo femenino de alpinismo, EFA. Nos hemos reunido para hacer muchas cosas. Examen medico, presentación en la Fedme, cena de gala y escalar, que para eso estamos.
Último largo de la vía Puigmal al Cavall Bernat, 7b
Hemos escalado en tres lugares diferentes, con distintas técnicas y roca también muy variada. Del fino conglomerado de Monserrat donde disfruté de la compañía de Esther y las diferentes caras de la vía Puigmal, 255m, MD/A2 o 7b.
La Historia Interminable, A2+
Pasando por Vilanova donde aprendí técnicas de autorescate con Julieta y puse a prueba mis destrezas sobre los estribos en el primer largo de la «Historia Interminable» A2+ en el Pilar del Segre. Hasta llegar a la Meca, como dice Fiona. Donde escribo estas lineas con vistas a la Pared de Cataluña, Montrebei.
Aquí, en la Meca, me estrené con una clásica que me hizo vibrar la «Latin Brothers», 475m, ED, 7a (6a/A1). Destacando el largo de 7a/A1 en el que estuve a punto de sacar un clavo con la mano y volar varias veces. Mezclando tramos en libre y artifo y vuelta al libre. Fue una linea intensa que compartí con mi amiga Vicky. La terminamos por los últimos largos de la «Increduls» junto a Diana, Ruth, Julieta y Marc. Demostrando los valores más profundos de la escalada y que ya somos un equipazo.
Después me enfrente junto a Santi a » Un Mundo Feliz» 360m, 6c. Una vía muy poco o nada repetida. Y que me enseño la cara mas salvaje de Montrebei. Roca precaria en casi todos los largos, mata tracción y jardinería vertical, lluvia de piedras, travesías finas y de mala protección, off wich… Una delicia para los paladares mas exigentes.
Y aun así, me encanta Montrebei… Como una vez me dijo un Gudari ¡me va el barro!